Homenaje



Jornadas de Salicáceas 2009

"Los Álamos y Mendoza: 200 años de historia en común"

HOMENAJE


En el Congreso Forestal Argentino de 1963, los mendocinos solicitamos que Mendoza fuera incluida en las zonas promocionadas para el cultivo de álamos y sauces. El Sr. Sandor Mikler, verdadero impulsor y líder de las forestaciones en el Delta, nos contestó que Mendoza se debía dedicar a producir vinos, dejando el cultivo de álamos para otras regiones con mejores aptitudes de clima y suelo. El debate se generó y el apoyo fue parcial.

Desde esas palabras de Mikler hasta hoy, ha cambiado totalmente el concepto.

Mendoza ha sido visitada por especialistas en Salicáceas de todo el mundo; se desarrolló parte de las visitas de la Reunión de la Comisión Internacional del Álamo de Santiago de Chile y hoy se realizan aquí las Jornadas de Salicáceas argentinas, que reúne a especialistas internacionales y argentinos en el tema de álamos y sauces.

Queremos rendir homenaje a quienes hoy no están aquí pero hicieron posible ese increíble cambio en tan pocos años.

Desde que el español Cobos, aún discutido introductor de los álamos en Mendoza hasta hoy, mucho se ha trabajado en lo científico, en lo económico, en lo práctico para lograr el reconocimiento internacional del valor del álamo en Mendoza.

Los primeros contactos de los Ings. Alberto Lotti y Roberto Carretero con el Ing. Flintas de FAO, en 1948, permitieron el ingreso de una colección de clones de álamos de Casale Monferratto - Italia, a Castelar y Mendoza.
Allí comenzó el Ing. Lotti sus numerosos, serios y sacrificados trabajos de cruzamientos y selección de clones, al comienzo rudimentarios y luego de gran valor científico. Debemos valorizar públicamente esos importantes logros.

El Ing. Juan Carlos Carrieri impulsó nuevas técnicas de viveros y apoyó todos los trabajos que se estaban realizando, defendiendo las grandes posibilidades de los álamos en Mendoza.

El Ing. Julio César Burgos, que dedicó gran parte de su esfuerzo como Titular de la Cátedra a impulsar los trabajos de quienes integraban su equipo de investigadores y ayudarles a perfeccionar sus técnicas.

El Ing. Rolando Romero estaba seguro que álamos y sauces en Mendoza y en la región lograrían gran éxito como cultivo, por la calidad de su madera, la precocidad y la sanidad y lo demostró en sus numerosos trabajos y conferencias. Como ejemplo, para la aprobación del distanciamiento de 6 m x 2 m fueron usados sus trabajos y sus resultados. Con él se inició la agrosilvicultura con especies hortícolas, en forma simultánea con ensayos en Costa Rica. En ese momento, junto a la Ing. Aída Panasitti, se demostró que el híbrido Guardi era el indicado para terrenos salinos, hoy difundido.

En 1972, con motivo del 7º Congreso Forestal Mundial realizado en Buenos Aires, visitaron Mendoza el Ministro de Agricultura y 22 técnicos donde habían: genetistas, fitopatólogos, forestadores, entomólogos y técnicos en maderas de China Popular, interesados en el cultivo de Salicáceas. Recorrieron plantaciones, ensayos, carpinterías y destacaron la calidad de la madera y de los cultivos y sobre todo la capacidad de los docentes y técnicos mendocinos.
En la visita del Dr. Avanzo, cuando estaba recorriendo una plantación nos dijo, -Qué distintos hubieran sido los trabajos de Casale si hubiéramos tenido estas condiciones de clima y suelo y que se une a la gran capacidad de los Profesionales de la Cátedra.

Nos toca mencionar ahora a la Ing. Rosa Arreghini. Ella con su capacidad, inteligencia, tesón y sobre todo su gran carisma, logró hacer trascender su acción a niveles internacionales, ocupando importantes cargos en la Comisión Internacional del Álamo y en otros Organismos, que nos llenaron de orgullo a todos los argentinos del sector forestal.
Lo hecho por Arreghini, marcó una etapa de gran evolución en los conocimientos de las verdaderas posibilidades de los álamos en Mendoza.

También en forma silenciosa han trabajado muchos Profesionales, Técnicos, Obreros del sector Público y Privado y a quienes rendimos homenaje en este momento.

El Ing. Natalio Firpo, Intendente de Tunuyán, logró inculcar el aspecto forestal, ADEMA con su gran actualidad, con empresarios como Colonma, Tedin, Toso, Obredor, apoyaron y siguen impulsando este cultivo, con los riesgos que fue para ellos ser los primeros en plantar grandes superficies con álamos, dejando atrás las tradicionales y seguras cortinas.

Desde aquella discusión sobre si los álamos debían ser un cultivo importante en Mendoza, hasta hoy que podemos mostrarlo, fueron necesarios muchos esfuerzos, el convencimiento absoluto de que se estaba en el camino correcto.

La generación de trabajo logrado como consecuencia de estos cultivos queda fijada en la acertada frase de Gustavo Cortés “vamos a plantar 100.000 empleos”. Esta actividad es otro aporte a la economía real.

Este homenaje a quienes lucharon, trabajaron y dieron todo su esfuerzo para el futuro del álamo, debemos hacerlo extensivo a todos los integrantes de la Cátedra de Dasonomía que demuestran su vocación y su capacidad día a día. La prueba está en estas Jornadas, en su organización y en su éxito.

Los que homenajeamos hoy nos dieron un mensaje de esperanza,  que la forestación es para el futuro, para quienes creen en el trabajo y que la continuidad es el mejor sistema para que se cumplan todos los deseos de quienes los alientan.

Pero el mensaje es para los jóvenes: Crean en el futuro, crean de verdad que ustedes lograrán mejorar todo lo hecho, crean en su capacidad para que dentro de unos años Mendoza tenga los mejores álamos y sauces en extensas plantaciones. De ustedes es el futuro y el presente.